
El pelo dicen los expertos que es tan resistente como un filamento de cobre de igual grosos. Sin embargo, el calor del secador, los tintes, los cepillados pueden debilitarlo. Sobre todo el ondulado y el rizado es el más vulnerable.
Aunque te lo notes suave y brillante bajo el sol, conviene que alternes el uso de una línea de champú, acondicionador y mascarilla reparadora capaz de evitar que el pelo se vuelva áspero, frágil y poroso, con otra pensada para dotarlo de brillo.
Siempre tras el último aclarado, masajea el cuero cabelludo con los dedos. Este gesto activa la circulación lo que, además de fortalecer la raíz, hace que se segregue más grasa, por ello el mejor acondicionador natural de que dispone nuestro pelo.
Cuando uses el secador, las tenacillas o planchas es esencial aplicar sobre el cabello, aún húmedo, un spray termoactivos. Es el producto equivalente a la protección solar que brindas a tu rostro. Al actuar como escudo frente a los daños provocados por el calor, ello evita que se deshidrate, se rompa y se apague.
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